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Elogio de Nino Falzetti
Jorge Binaghi El nombre no dirá nada a muchos, muchísimos. Me temo que ni siquiera sonará mucho donde quizá (el ‘quizá’ es un atenuativo eufemístico) sería una obligación. Me dicen que la prensa argentina (con la excepción de una breve pero correcta nota en Ámbito financiero), tras empezar ignorando a los grandes artistas extranjeros que pasaron por sus escenarios cuando desaparecen, desatiende también a los locales que cimentaban las obras para que algunos de esos grandes brillaran como debían. Y no me refiero sólo a las ‘primeras figuras’ nacionales.
Falzetti fue uno de esos tenores característicos (no el único, pero sí el más versátil) que hacían comprender por qué el Colón de Buenos Aires era un gran teatro. Digamos un Piero di Palma (si el nombre suena raro, a buscarlo, que no es pérdida de tiempo) en muchas lenguas y por lo tanto con repertorio mucho más extenso. De 1950 a 1987 no faltó en ninguna temporada y estuvo en muchos títulos. El destino de los llamados (mal llamados) comprimarios es desaparecer ofuscados por el éxito de los principales; si se trata de un tenor, peor que peor. Pero qué gran mérito no pasar nada desapercibido en los cuatro servidores de Les contes de Hoffmann cuando Konya y Bacquier podían aplastar -y aplastaban, pero no a Falzetti, que lograba una ovación merecidísima en los couplets de Franz en el acto de Antonia, sin dejar de destacar también en los otros. Y el ‘Bardolfo’ de Falstaff junto a Evans, Domínguez, Bruscantini, Alva, Ligabue, Waechter (sus intervenciones vocales en el primer cuadro y las escénicas en todos). O el ‘Basilio’ de Nozze di Figaro con de los Ángeles, Ludwig, Berry, Holm, Cesari (‘Io sono amico, ad altrui nulla dico’)
Y qué honor que muchos retuvieran a esos tres ministros (uno era Falzetti; los otros, Catena y Tavini) de la cruel Turandot cuando ésta era la Nilsson y la esclava Liù una debutante Caballé. Uno podía embobarse con Gedda en Des Grieux, pero le quedaban ojos y oídos para reir (y odiar) a ese desagradable Guillot cuando, entre otras cosas, decía ‘On te la prendra, ta Manon’ en el acto tercero, o su salida escena repugnante, mezcla de odio y escarnio sangriento en el cuarto.
Qué ductilidad lingüística, estilística (pasaba de los músicos argentinos a los del repertorio más conocido con incursiones por Busoni, Britten y el repertorio eslavo -Prokofiev, Mussorgski- y en su reconocido dominio de la lengua y el estilo francés no sorprendía su poético ‘Hylas’ de Les Troyens con la inolvidable Crespin, pero sorprendía su ‘Incroyable’ de Andrea Chenier en desigual combate con Tucker), qué forma de estar en escena (ahí están su maestro de baile de Ariadne auf Naxos, su Andrés de Wozzeck). Para no hablar de títulos raros (Amelia al ballo, Volo di notte) y aquellos que, por diversas razones, se hicieron una sola vez. Como decía el pobre y frustrado ‘Franz’ de Hoffmann ‘c’est la méthode’. Que a su genial intérprete, contrariamente a su personaje, no le faltaba ni era defectuoso.
Tal vez porque ‘método’ sea casi un sinónimo de lo que se llamaba clase (¿Suena elitista? Pues qué bien, que suene todo lo elitista que se quiera), que suele ser producto directo de gusto por lo que se hace sin querer ser ‘número uno’ a toda costa, de estudio, de trabajo, de preparación; y no digamos de aceptar ciertos rasgos vocales que llevan necesariamente a especializarse en partes llamadas ‘de carácter’ cuando en sí se tienen los elementos para cantar papeles ‘principales’….seguramente bien o con corrección (y también los cantó: Ernesto, Nemorino, Almaviva, Paolino, Ramiro).
Huella que sí se deja cuando se encara una carrera de ‘secundario’ (que no es lo mismo que ‘segundón’) en la que nunca sabremos cuánto el artista ha tenido que tragarse (lágrimas, orgullo, injusticias, verdades duras como puños) para seguir adelante con tesón y honestidad, conciencia y responsabilidad artística. Me parece que he utilizado cuatro sustantivos que hoy están camino del museo, pero que sería mejor que no llegaran y se desempolvaran por el bien de todos (no estoy pensando sólo en el género lírico).
Sin embargo, con la muerte de Falzetti, un cantante que era un ejemplo, ocurrida el pasado 12 de enero, y con su recuerdo cayendo en injusto olvido, el museo -o sea la papelera para muchos- está cada vez más cerca. No será casualidad que pocos días antes, todavía en 2011, lo precedieran Haydée Vegazzi, otra gran colega, y un melómano de los quilates, experiencia y memoria de Adolfo Cogorno, dialogando y debatiendo (ásperamente muchas veces) con el cual quien hoy firma con pesar estas líneas creció y aprendió -en la medida en que le fue posible; no son culpables de mis limitaciones- tantas cosas relacionadas con el arte lírico y, más importante, con la forma que éste supone -o debería suponer- de relacionarse con el mundo.
Quiero agradecer, como siempre, al dr. César Dillon su disponibilidad para confirmar fechas y papeles, fruto de una dedicación e investigación que -cómo no- todavía no he podido ver en papel impreso gracias una vez más a la negligencia de los supuestos encargados de conservar la historia de la música clásica en Buenos Aires.
Este artículo fue publicado el 16/01/2012
Lamento mucho la partida de Falzatti y lamento el silencio que cae sobre los Artistas cuando dejan el escenario. No es justo; pero tenemos que reconocer que la mayoria de los Argentinos no somos justos con quienes dieron tanto por la gloria del Teatro Colon.
Descanse en paz NINO FALZETTI, esta noche encendere una vela, para que su luz ilumine su alma y pueda encontrar su nuevo camino . . .
Recuerdo la excelencia y versatilidad de un artista completo sobre el escenario. Entiendo que también un maestro de técnica vocal bastante difícil de remplazar.
Nino Falzetti, según me contaron delante de él -mientras él hacía gestos evasivos, restándole importancia al relato- había ganado un concurso de «el mejor tenor italiano», a cuya final arribaban los ganadores de cada provincia italiana. Y uno de esos finalistas, el año que ganó Nino, fue un joven llamado Franco Corelli… Mas tarde, Falzetti tuvo que ir a la guerra, vivio momentos terribles allí -eso sí me lo contó él, pese a su renuencia a hablar de la guerra- y sufrió de un shock emocional que terminó reduciéndole drásticamente su «fiato». Por tal motivo, tuvo que reeducar su voz -otrora muy potente-, para conseguir el noble instrumento que le permitió desarrollar la carrera tan bien descripta en la nota de Jorge Binaghi.
Fue un artista irremplazable, por estudioso, dúctil, metódico y, sobre todo, talentoso. Y excelente maestro de técnica, por añadidura. De esos que se resisten a cobrarle las clases a quienes tienen dificultades económicas. Un tipo íntegro, por si fuera poco.
Ha sido un honor, para mí, haber sido su alumno.
Que descanse en paz.
JORGE RABUFFETTI
Coincido con todos los conceptos vertidos en esta página, especialmente con los del colega Jorge Rabufetti…Nino fue un artista insuperable en su genero, tuve el honor haber tomado clases con él y haber preparado, entre otros roles, el Guillot de Manon con el que debuté como solista en el Teatro Argentino de La Plata en 1998. Fue íntimo amigo de mi querido maestro Enzo Espósito quien siempre lo elogiaba. Formó a destacados colegas de trayectoria internacional entre los que se cuentan Darío Schmunck, Daniel Muñoz y Gustavo Porta, entre otros.
Es lamentable la poca difusión de la noticia de su desaparición física, pero estamos ya acostumbrados a esta clase de ingratitudes respecto de los grandes orgullos de la lírica nacional.
Creo que lo que resume un poco lo expresado hasta aquí por todos es que en Nino se conjugaban el artista talentoso y el hombre de bien…quienes pretenecen al medio comprenderan que no abundan esta clase de «animale de palco scenico» (al decir de Renata Scotto).
Descansa en paz querido Nino con el homenaje permanente de todos tus alumnos.
CARLOS IAQUINTA
Me alegra tener este medio para expresar mi sentimiento con respecto a nuestro queridísimo Nino. Lo conocí en 1995, gracias a la recomendación de África de Retes, mi profesora en el Conservatorio Nacional y de Mauricio Thibaud, alumno suyo. Desde entonces estudié con él, hasta el presente. Después de tantos años, seguía siendo fundamental su guía y su oído. Lo saludé para Navidad y lo escuché animado, a pesar de sus dificultades de salud.
Como comenta Jorge Rabuffetti, si tenías problemas económicos te ayudaba y yo los tuve. Después de un tiempo, cuando ya tenía plata para pagarle, seguía diciéndome: «Dejeló hijo, si no tiene…».
Pero sobre todo, me escuchaba pacientemente, como un amigo, un padre o un abuelo y me brindaba su tiempo y consejo, con total generosidad. Si tenía dudas o miedos, con respecto a algún rol difícil que debía cantar, me entusiasmaba y me daba una gran confianza, además de elementos prácticos. Sus clases eran tranquilas, pausadas, contaba anécdotas y a veces los alumnos se superponían, entonces intercalaba ejercicios para aprender unos de otros, y así lo hacíamos.
Llegué a quererlo como a un padre, me emocioné tantas veces compartiendo momentos, cantando o charlando y sorprendiéndome por su entrega y paciencia incondicional.
Nino nos dió todo lo que tenía, nos dió su saber y su corazón! Quería y respetaba a sus alumnos, comentaba de otros con orgullo, si cantaban mejor o si tenían trabajo! Te daba clase un domingo si tenías algún compromiso muy importante. Lo llamabas si ibas a una audición y te preparaba un rato antes, en un hueco.
Por todo lo dicho y por el mito que representa su figura de artista completo, reconocido por generaciones, Nino Falzetti vive en cada uno de nosotros. Realmente, siento que haberlo conocido es motivo de felicidad, aunque no esté fisicamente, para mí sigue presente y lo llevaré siempre en mi alma.
Para todos los que lo querían y admiraban, mi más cálido abrazo!
Mario De Salvo
Descubro apenas que nos dejo el maestro Falzetti, un grande! Mas alla de sus capacidades técnicas, una bella persona. A lo largo de mi camino en el teatro ,descubro siempre cuanta razón tenia en tantos consejos ….hace poco conocí un cantante lirico milanes que sabia de El , por comentarios de otros cantantes argentinos!…Quien no ha pasado por el salón de casa Falzetti ?….somos como sus hijos artísticos y quedamos huérfanos sin su presencia….una gran tristeza!.
Grazie Nino , di tutto!
L.
Excelente artista y compañero! Le hace justicia esta hermosa nota! Su particular elegancia en el fraseo y la dicción francesa (idioma que junto con el italiano hablaba como lengua madre), me hizo admirar su notable Guillot, como bien señala aquí el autor, cuando compartimos funciones de «Manon». Tenemos grandes valores jóvenes, pero no veo aún quien pueda reemplazarlo en su especialidad!!!
Mario Solomonoff
Gracias Nino por todo lo que nos diste!
Cuánto quiso a su Teatro Colón, ofreciéndole siempre lo mejor de sí, al igual que a todos sus alumnos.
Creo que los ángeles del cielo han recibido un regalo de la tierra.
Gaby Anapios
excelente Nino!!!!!
Es cierto….cuánto quizo a su teatro…y cuán triste se sintió cuando este se re inauguró y nadie se acordó de invitarlo….una pena realmente que las autoridades de su querido teatro no lo hayan tenido en cuenta…
Una gran trizteza que nos haya dejado….Lo extrañaremos profundamente.
Laura Polverini.
Conocí a Nino el último año de su vida. Fue un gusto dar con una persona tan ejemplar.
Qué otros maestros de tanto nivel quedan en Buenos Aires?
grande nino, me alegro haberlo conocido y atendido en escena, un grande, no se fue, continua con nosotros, con los que vivimos el teatro a pleno, los grandes jamas mueren , viven en cada uno de nosotros, tal vez el resto vive ausente de quien fue un grande, pero los que lo conocimos no nos olvidamos jamas, ese es el aire que respiramos y nos da fuerza para saber lo que es un escenario, su canto, su persona, su bien , NINO cada vez canta mejor, un utilero que lo conocio y atendio ……juan carlos monticello , utilero……………..
Estimado Sr. Monticello: Sus palabras son realmente conmovedoras, nos dan la pauta de que Ninno era querido y respetado por todos en el teatro. Mis felicitaciones por asumir con tanta nobleza su trabajo en el escenario y es cierto, no se fue o quizá…se fue de gira.
CARLOS IAQUINTA, no es mi pensamiento , quienes amamos el teatro desde el alma sentimos estas lineas, tanto nino como tantos otros que dieron y dan todo por el teatro es ese el sentimiento , quienes asi no lo sienten no son parte del teatro …….mi padre fue integrante de la orquesta filarmonica y gracias a el estoy en el teatro, es mi vida, mi flia, mi primera casa , asi es un teatro , asi vivimos quienes lo sentimos de corazon………gracias por sus palabras , las comparto con todos los demas ………
Nino : el gran cantante , el gran docente, generoso con su arte y su saber, el hombre que a una edad en la cual otros perdieron todo entusiasmo, seguía maravillado y deslumbrado por la vida en todas sus manifestaciones.. Nino, amante de la música en su sentido más trascendente, ;como expresión profunda del espíritu, del alma, del ser escencial,, ( y no del ego). nino, hombre sencillo, cálido ,honesto..
Ël le da sentido a las palabras Nobleza e Integridad
Solo puedo agradecer a la vida el haberme permitido conocerlo quererlo y aprender de él.
Hasta Siempre Maestro
No tuve el placer lamentablemente de conocer a éste gran señor, a éste gran profesional, a ésta gran estrella, Don Nino Falzetti, pero que, conozco al hijo. el señor Mario G. Falzetti. Excelente persona, muy limpio y transparente. Se dice qie los hijos son un fiel reflejo de la educaión que le dan sus padres, Don Nino… Usted sí que es un paradigma a seguir!!!!!!!!!!!!!!