Telones y entretelones de una noche mágica en el Teatro Colón – lanacion.com

La Nación | Viernes 24 de junio de 2011 | Publicado en edición impresa
Estreno / Se presentó el lienzo diseñado por Guillermo Kuitca y Julieta Ascar
Telones y entretelones de una noche mágica en el Teatro Colón
El jefe de gobierno porteño presentó a un nuevo símbolo del mayor coliseo argentino
Alejandro Cruz – LA NACION
Noche mágica en el Teatro Colón. Noche extraña, singular. Cien, doscientas, trescientas o cuatrocientas personas se ubican en la platea y en los palcos para brindarle un cerrado aplauso al antiguo telón de la sala que por 80 años fue testigo de infinidad de sensaciones. Y 16 minutos después esas mismas personas brindan otro cerrado aplauso (y hasta se escucha un "bravo") para darle la bienvenida al nuevo telón diseñado por el artista visual Guillermo Kuitca y la escenógrafa Julieta Ascar.

Noche mágica que comienza minutos después de las 19.30, con palabras de Pedro Pablo García Caffi, director de la sala, que se refiere al telón como un nuevo aporte al patrimonio cultural de la ciudad. Al fondo, como nunca antes, está ubicado el lienzo que todos conocemos y que, a partir de ahora, se tomará un merecido descanso y que sólo volverá a la sala para situaciones especiales. Al enrollarse, como en un trabajo de capas y veladuras, queda expuesto el telón que estuvo allí desde la noche de la apertura de la sala, en 1908, hasta 1931.

Con esa tela pintada de fondo, García Caffi invita a los dos ganadores del concurso que se realizó hace dos años a subir al escenario. Pero Guillermo no quiere ir solo y sube junto a todos los trabajadores de la sala que hicieron posible este nuevo símbolo. Y allí van subiendo. Algunos, con sus mejores ropas de noche. Otros, con las mejores ropas de trabajo. Guillermo casi no puede hablar. A lo sumo, una vez, dos veces, tres, dice "gracias" y se cruza de brazos. Julieta agarra un papel y habla con la voz entrecortada.

Entonces sube el jefe de gobierno, Mauricio Macri, el mismo que 24 horas antes, en otro teatro, el San Martín, recibió más chiflidos que aplausos. Ahora no, todo sigue la ruta de la pautado hasta que, a las 19.55, el telón ideado por el gran artista plástico y la escenógrafa se despliega ante el público por primera vez. Después vienen el Cuarteto Petrus y el Ensamble Instrumental de Buenos Aires. Y luego, brindis. Aunque, claro, la noche era la del telón (o la de los diferentes telones de una historia que se abre y cierra permanentemente).

"Y dije: ¡Guau!"

El día antes del acto oficial, Guillermo Kuitca, el artista visual argentino con mayor proyección internacional, en diálogo con La Nacion confesaba estar cumpliendo un sueño. De todos modos, las sensaciones se le cruzaban. "No sé muy bien qué me pasa ahora con el telón recién colgado -comentaba-. Por lo pronto, tiene mucha afinidad con la imagen que tenía en mi cabeza y eso me da tranquilidad. Claro que, como suele pasarme antes de una inauguración, el ojo se me va en los detalles. Ya habrá un momento para emocionarme?"

-Pero cuando lo viste colgado por primera vez, ¿qué te pasó en el cuerpo?

-Hubo algo muy hermoso que fue cuando fui a verlo desde el nivel de cazuela porque desde allí el telón tiene mucha correspondencia con las líneas de la platea, con las figuras de las butacas, con lo que sucede con los palcos.

-Esa imagen cenital debe ser la que tenés más transitada porque es la que aparece en tus cuadros sobre la planta del Colón .

-No lo había pensado, es cierto. Es mi ángulo. En ese momento fue como? ¡¡¡guau!!!

-Tu primera visita al Colón fue cuando tenías 6 o 7 años, esa vez ¿estabas ubicado en cazuela?

-No lo sé. Ya desde muy chiquito me parece que la imagen era cenital. De todos modos, me puedo estar confundiendo con los cuadros…

Los recuerdos parecen borrosos. En medio de esta situación hay algo diáfano: la sensación de estar cumpliendo un sueño. "Desde hace mucho tiempo el telón está en mi cabeza. Fue algo muy deseado, eso es cierto", reconoce. En 2005, la Opera de Oslo invitó Kuitca a elaborar un proyecto para el telón del nuevo teatro. Armó equipo con Martín Churba y con Ascar. Lo de Oslo no se dio. Tres años después, la Opera de Dallas le ofreció hacer el telón. Esa vez salió. Ahora, el Colón.

"La imagen del telón es un friso conformado por planos de la sala que se disuelven y se funden entre sí", dice él. "Es una guarda contemporánea que plantea un diálogo cromático y morfológico con la tipología circular dominante", escribieron los autores para la presentación del proyecto. El largo, complejo y fascinante trabajo de diseñar, bordar, pintar, coser y colgar el telón forma parte de un pasado. Ahora, todas las miradas están puestas en una realidad de 26 metros de ancho por 22 de alto compuesta por dos hojas de terciopelo verticales que, juntas, pesan casi una tonelada y media.

El telón de Kuitca y Ascar ya encontró su sitio en medio de un marco único, mágico, singular.

LNR de pasado mañana llevará como nota de tapa el seguimiento, durante más de un año, de la confección y realización del nuevo telón del Colón. Foto / Ver más fotos

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