Crítica – El vaciamiento del Teatro Colón

Crítica – Edición especial Día del Periodista
Llamativos robos en el Coliseo
El vaciamiento del Teatro Colón
Partituras célebres, un bastón de Puccini, una carta de Verdi y un manuscrito de Wagner desaparecieron durante las refacciones.
Políticos del PRO, gobernadores no kirchneristas, dirigentes rurales, periodistas vip, diplomáticos y otros invitados de lujo disfrutaron en silencio de la exclusiva gala de reapertura del Teatro Colón, concretada por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires el 24 de mayo, después de casi cuatro años de refacciones. Maravillados por la puesta en escena de uno de los actos de la ópera La Bohème, todos, o al menos gran parte, desconocen la ironía que inmortalizará el ansiado reestreno. Una denuncia de los trabajadores del Teatro asegura que el bastón del autor de esa ópera, Giacomo Puccini, junto a muchas de sus partituras originales, desapareció durante las obras de restauraciones. La misma suerte habrían corrido pilas de manuscritos que datan de siglos anteriores, como uno de puño y letra del alemán Richard Wagner y hasta una carta de Giussepe Verdi.

La denuncia fue motorizada por la encargada de la biblioteca, Diana Fasoli, en 2008, y radicada por el entonces director del Colón, Horacio Sanguinetti, ante el desprolijo traslado de los materiales durante las reformas. Sin embargo, ya con el Teatro en operaciones y a dos años de la presentación judicial, todavía no hay rastros de los tesoros culturales faltantes. “Desaparecieron incontables documentos; entre ellos cien cartas de compositores, papeles de pimera época, partituras originales, algunas del siglo XVI, y una de Richard Wagner. También falta la empuñadura de oro del bastón de Puccini. Todo está valuado en aproximadamente 500 mil dólares”, advierte Fasoli en diálogo con Crítica de la Argentina. Para Fasoli, no hay dudas de que el mayor responsable es el actual director general, Pedro García Caffi, porque “quiere hacer de cuenta que acá no pasó nada, pero no tiene ningún interés para que se solucionen estos problemas; se fijaron más en el tema del edificio que por los bienes culturales, sin los medios y ni la conciencia institucional para preservarlos”.
Pero la desaparición de los documentos no es el único lastre que parece cargar la reapertura del Colón. Gran parte del material del Teatro aguarda destino en distintas dependencias públicas. Muchos telones y parte de la sastrería se encuentran en el Centro de Exposiciones, lindante con la Facultad de Derecho de la UBA. El Archivo Musical está en la Biblioteca Nacional. Pero la que despierta mayor preocupación es la ahora itinerante biblioteca.
Según otra denuncia, presentada ante el Juzgado Nº 13 en lo Contencioso y Administrativo porteño, desde 2009 se encuentra repartida en tres containers, ubicados en un galpón del Gobierno de la Ciudad.
La causa está a cargo de Guillermo Scheibler, quien ordenó a la administración del gobierno porteño que confeccionara un inventariado luego de realizar pericias oculares junto a Fasoli.
“Hicimos una inspección en el lugar con el magistrado. Lo que queda sigue en el depósito, pero no hay rastros del material robado y el gobierno nunca hizo una lista de los elementos. Los que se llevaron las cosas conocen muy bien el valor en el mercado negro”, cuenta la mujer, que además forma parte de los 400 empleados desplazados desde que se inició la restauración. Del total de los trabajadores apartados, 138 fueron beneficiados por una medida cautelar del mismo Schebler, a raíz de un amparo impulsado por la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE). El pasado 6 de mayo, el juez resolvió que los trabajadores tienen que volver a sus puestos. Sin embargo, la administración de Mauricio Macri desobedeció el fallo y aún se niega a reincorporarlos. Por eso, fue denunciado en el fuero penal bajo las figuras de abuso de autoridad, desobediencia jurídica e incumplimiento de funcionario público.
Al cierre de esta edición, desde el Gobierno de la Ciudad todo fue silencio de ópera. La oficina del director García Caffi se disculpó ante este diario por no poder dar declaraciones debido a “problemas personales” del director del Colón, mientras que los asesores del ministro de Cultura, Hernán Lombardi, explicaron que el Teatro “es un ente autárquico”, por lo que debe responder por estas cuestiones es García Caffi.

A la calle. Durante las reformas del Teatro fueron desplazados 400 empleados.
Genera preocupación la situación de la biblioteca, repartida en tres contenedores.
En el Gobierno de la Ciudad no quisieron brindar explicaciones sobre las denuncias.
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