Teatro Colón: confirman que en tres meses comienzan a remodelar la sala – Clarín

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La Ciudad

UN EMBLEMA DE BUENOS AIRES : ESTARA LISTO EN 2008 Y DEMANDARA 25 MILLONES DE DOLARES

Teatro Colón: confirman que en tres meses comienzan a remodelar la sala

Es la primera vez que se encara una restauración completa en casi 100 años. Y aseguran que las obras mantendrán la gran calidad acústica actual. Para eso, el teatro cerrará durante todo 2007.

Elena Peralta
eperalta@clarin.com

Desafió al Imperio con la última «Norma» que hizo María Callas en su vida. Vibró con el réquiem de Verdi con Arturo Toscanini subido al escenario. Lloró la muerte de Mimí casi con la misma culpa del Rodolfo de Luciano Pavarotti. Escuchó todo, pero está a punto de enmudecer para recuperarse. Ayer confirmaron que en tres meses comienzan las obras dentro de la sala principal del Teatro Colón. Los trabajos obligarán a cerrar el primer coliseo durante todo 2007, pero serán el último paso de su restauración integral.
El telón se correría por última vez el martes 31 de octubre con la actuación del bailarín Iñaki Urlezaga (ver ¿Despedida…?) y volvería a subir el 25 de mayo de 2008, el día en que el Colón celebrará su primer siglo de vida. El tiempo que pase en el medio se usará para terminar el master plan de recuperación del teatro.
En realidad, el plazo de obra es de 14 meses. Si todo va bien, los trabajos estarían terminados en enero de 2008. Prevén utilizar los primeros meses del año para poner a punto el teatro para el gran acto de la reapertura: la ópera «Aída», de Verdi. La misma con la que se inauguró el teatro el 25 de mayo de 1908. En el Gobierno porteño no descartaban, sin embargo, hacer alguna función especial antes de esa gran gala.
Si bien el teatro sufrió dos remodelaciones, en los años 30 y en la década del 70, es la primera vez que se encara una restauración integral. Los trabajos, que empezaron en 2001, los apoya la Comisión Nacional de Monumentos y Edificios Históricos.
Hoy se abren los sobres de la licitación para restaurar el corazón del teatro, su sala principal. En total, toda la remodelación costará 25 millones de dólares. Aproximadamente la mitad se está financiando con un crédito del BID y el resto saldrá del presupuesto de la Ciudad.
«Estamos muy orgullosos de lo que hicimos hasta ahora y de lo que se viene —aseguró a Clarín el jefe de Gobierno, Jorge Telerman—. No sólo implica recuperar el edificio sino modernizar su tecnología. Es la apuesta cultural más grande de este gobierno». Como para que no queden dudas, el mismo Telerman guió a los periodistas en una especie de tour por las obras del coliseo.
Subido al escenario, en medio de un ensayo de la orquesta estable, hasta se ilusionó con futuras temporadas con varios títulos de ópera en simultáneo, como los grandes teatros europeos: «La calidad artística del teatro es extraordinaria, la idea es que el master plan sirva de una mejor contención de ese potencial».
Por sus dimensiones y su acústica, el Colón es una de las plazas líricas más importantes. Y una joya arquitectónica. Sus planos fueron firmados por Francisco Tamburini, uno de los arquitectos más cotizados en el Buenos Aires de principios del siglo pasado. Su construcción tardó más de veinte años y fue pensada para un país muy distinto al actual, con revestimientos de oro, mármoles italianos y una de las plateas para escuchar óperas de mayor dimensión que existen hoy.
«Cuando encaramos el master plan, hace cinco años, nos encontramos con que los únicos planos que existían eran los de Tamburrini. Por eso, una de las partes más importantes de la recuperación consistió en el relevamiento exhaustivo de cada rincón y de todos los elementos, desde los cortinados de los palcos hasta el último mosaico de los pisos», contó la ministra de Cultura porteña, Silvia Fajre.
Investigar la composición de cada retazo de seda y terciopelo de la sala es fundamental porque, según los especialistas, está ligado a la maravillosa acústica del teatro. «Muchas de las telas, incluyendo la casi totalidad del telón, tienen que ser reemplazadas. En parte porque no resisten un lavado más y además porque uno de las bases del proyecto es proteger al teatro contra incendios«, agregó Fajre.
Hoy el sistema contra el fuego del Colón no es demasiado diferente al que tenía en 1908. No es un dato menor. Buena parte de los grandes teatros líricos antiguos, como la Scala de Milán o la Fenice de Venecia, fueron destruidas por incendios.
«Toda la tapicería se hará con telas del mismo gramaje que el actual, pero con tratamiento ignífugo. Además, debajo de la Plaza del Vaticano se instalará un depósito gigante de agua. Y ya se convirtieron las claraboyas del techo en salidas de emergencia», detalló Sonia Terreno, coordinadora del master plan.
También hicieron una investigación sobre los colores para encontrar los más parecidos a los originales «oscurecidos» por el paso del tiempo. Así descubrieron que a principios del siglo XX el teatro era un poco más rosado. Están buscando el tono ideal pensando en cómo era antes, pero sin «desilusionar» a los habitués. Y recuperarán molduras, esculturas, frentes y el Salón Dorado. Las piezas repuestas irán a parar a un museo que funcionará debajo de la Plaza del Vaticano.
Y quieren saldar una deuda histórica. Cuando el teatro reabra, la gente podrá ver cómo eran dos de los palcos «de viudas» que tenía cuando lo inauguraron. Son una especie de cuchetas instaladas a la altura del piso de la platea. Desde ellas, y detrás de una reja, las mujeres solas de la época espiaban las óperas. El 25 de mayo sus butacas de madera volverán a vibrar con «Aída». Casi igual que en 1908, pero un siglo después.

¿Despedida con Urlezaga?

Hasta ahora, el Colón se cerrará con el bailarín Iñaki Urlezaga el martes 31 de octubre, que interpretará «Paquita», «Symphonic variations» y «Borodin» acompañado por la Orquesta Sinfónica Nacional. La última función de los cuerpos estables del teatro será el sábado 28 con la ópera Borís Godunov, de Modest Mussorgsky y dirigida por Stefan Lano.
Sin embargo, las autoridades del teatro están analizando la posibilidad de realizar una tercera función luego de Urlezaga con los elencos estables, para que sea la «despedida oficial» del viejo Colón antes de la reforma.

Buscan escenarios alternativos
En 2007 el Colón estará cerrado, pero no cancelará su temporada. El Ministerio de Cultura está terminando de definir los escenarios alternativos para las funciones de ballet, ópera y conciertos. La tarea es difícil, porque en Buenos Aires no hay salas con las dimensiones del Colón. «No estamos buscando un nuevo Colón, porque sería imposible. Sí intentamos conciliar títulos de acuerdo a las fosas y escenarios con los que contamos», aseguró Marcelo Lombardero, que ayer cumplió un año como director musical del teatro.
En un mes prometen presentar las temporadas 2007 y 2008. La del año que viene tendría una cantidad similar de títulos a la de éste, en la que se representaron siete óperas (en lugar de las nueve habituales) y 16 conciertos (cuando generalmente se ofrecen 20).
Ya descartaron algunas óperas. «Hay títulos de Wagner, por ejemplo, que requieren 80 músicos. También se complica hacer «Turandot» o «Aída». Muchas obras de Mozart, en cambio, se pueden hacer con una treintena de músicos. Es un desafío coordinar todo, pero creo que la oferta va a ser muy interesante«, agregó.
Por su tamaño, en el Colón se puede montar de todo. En la fosa entran más de 80 músicos y el escenario admite un coro entero, dos orquestas y casi cualquier escenografía.

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