Puesta de Tristán e Isolda de Roberto Oswald

Compartimos con los habitués fotos de la histórica puesta de Tristán e Isolda realizada por el mtro. Roberto Oswald en el año 2000 en el Teatro Colón.

 

Nos informan que en la conferencia de prensa de Daniel Barenboim se hizo referencia a que «no había tiempo» para concretar una producción escénica y por eso se decidió hacer Tristán en versión de concierto. Esta producción debería estar guardada en los depósitos del Teatro, y hubiera sido un justo homenaje a la memoria de Oswald, quien la consideraba su régie más lograda.

4 comentarios en “Puesta de Tristán e Isolda de Roberto Oswald

  1. En mi opinión, desde el punto de vista artístico, el problema con el Colón no es lo que se da, sino lo que no se da. Es muy probable que Barenboim tenga razón y no era posible montar Tristan e Isolda completa con su orquesta del Divan. Lo que se ofrecerá seguramente será interesante (entre otras cosas porque los cantantes son aquilatados intérpretes y la presencia de Barenboim es siempre atractiva) pero no distará mucho de un concierto con arias o fragmentos, en este caso Wagner. Lo inaceptable de la dirección del Colón (y van…..) es incluir este concierto como parte de la temporada lírica. Más grave aún que haga 14 años que no se representa Tristán, 28 Parsifal y 34 Los Maestros Cantores en el Colón. Asesinado por Telerman y su jefe el gran proyecto de Lombardero en La Plata, el panorama lírico en teatros oficiales de Argentina es bastante pobre.

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  2. Si, de acuerdo al criterio de Barenboim, la orquesta del Diván está imposibilitada de brindar Tristán e Isolda en su versión completa, lo más lógico sería que intentara otro repertorio que estuviera al alcance de sus posibilidades y que desistiera de tentar obras que le quedan grandes.
    Por otra parte, presentar Tristán e Isolda amputado es un disparate, y pensar que Barenboim está en condiciones de ser el maestro expurgador, otro.
    Más grave es haber contratado para este engendro un elenco de real valía, que merecía una versión con todas las de la ley. Me pregunto si los cachets que cobrarán estarán reducidos en la proporción adecuada a lo que dejarán de cantar.
    Frente a la paupérrima contratación de figuras de real relieve que vienen arrastrando las temporadas de la actual administración del teatro, hacerlo justamente en esta ocasión es un derroche imperdonable.
    En cuanto a la puesta pergeñada por Roberto Oswald para esta ópera, no sólo era merecedora de una reposición por sus propios méritos sino que hubiera sido una forma de rendir homenaje a toda su trayectoria vinculada al Colón.
    La administración de García Caffi prefirió, en cambio, homenajearlo ignorando la puesta que realizó para el Falstaff interrupto de la temporada 2010 (con argumentos del impresentable directivo balbuceados desde la boca de escenario, pretendiendo explicar lo inexplicable) y que consiguió la insólita cantidad de una (1) función. Parece que con esa cantidad de funciones (1 función) fue suficiente, ya que este año podremos apreciar un nuevo Falstaff presentado por ignotos realizadores.

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  3. si: hans wallat 1980 meistersinger
    y el «viejo» franz paul decker querido! 1986, parsifal,2000 tristán
    para mí el viejo decker es más argentino que baremboim: nos dejó su arte y su eneñanza a nosotros los artistas argentinos y jamás lo vamos a olvidar

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